Lo han vuelto a hacer. Una vez más.
Es posible que las estrellas se alienaran en algún momento rodeando la comarca de El Bierzo. Posiblemente formaron una especie de Triángulo de las Bermudas vitivinícola encima de estos lares, que aún no ha sido descrifrado en la actualidad. Quizá por ello el territorio berciano esculpe todos esos vinos tan especiales y tan bien acabados.
Pero no, los motivos no son esos. Más bien se trata de una serie de agricultores bendecidos por la mano del trabajo constante quiénes están teniendo toda la maravillosa culpa. Bodegas que trabajan sus tierras con un tesón y conocimientos admirables para conseguir unas elaboraciones excelentes.
Bodegas Gancedo se encuentran en la coqueta localidad de Quilós, perteneciente al municipio de Cacabelos (León). Allí un grupo de viticultores apasionados por conseguir cada año los vinos que realmente les emocionen, cultivan 19 hectáreas de viñas viejas de manera artesanal y gestionan de un modo óptimo el clima y el suelo con el fin de regular el potencial de cada planta.
De parte de esas viñas nace este vino blanco Capricho Val de Paxariñas 2015. Una elaboración D.O. Bierzo conseguida con un 85% de Godello además de un 15% de Doña Blanca. La uva Godello plantada en 3.000 cepas de más de 25 años en espaldera. La Doña Blanca plantada en 3.800 cepas de más de 65 años en vaso. La producción anual de este vino es de 48.400 botellas.
Todos estos datos (además de la temperatura de consumo, añada, capacidad y volumen de alcohol) están recogidos en su bonita y completa etiqueta. Desde Barrica Llena animamos a que las bodegas diseñen sus etiquetas con tanta información como lleva este Capricho, los consumidores estaremos agradecidos eternamente por ello.
Extraemos el corcho para observar un bonito color amarillo dorado, bastante brillante a la vista, con buena lágrima que recorre la copa suavemente.
Comienza su sinfonía olorosa con golpe aromático que no deja indiferente. Fruta madura de hueso, melocotón, pera... Suaves Cítricos. Es un vino mineral y complejo, tiene muchos matices. Al agitar se acrecentan más aún si cabe todos estos elementos, es muy aromático y perfumado. Engancha.
En boca te noquea. Sigue teniendo ese carácter mineral, finos cítricos y sabrosa madura de hueso. Te evoca a las flores de jazmín. Tiene una acidez realmente excelente (bien acentuada), es largo, graso, untuoso, sabroso, fresco.... Se nos acaban los adjetivos para definir este placentero nivel.
Una elaboración aterciopelada y muy muy equilibrada, que dejaría perplejos a tus invitados ante tantas virtudes que atesora y que en Barrica Llena ha calado muy hondo, llevándose una merecidísima nota de 90BLL.
Todos estos datos (además de la temperatura de consumo, añada, capacidad y volumen de alcohol) están recogidos en su bonita y completa etiqueta. Desde Barrica Llena animamos a que las bodegas diseñen sus etiquetas con tanta información como lleva este Capricho, los consumidores estaremos agradecidos eternamente por ello.
Extraemos el corcho para observar un bonito color amarillo dorado, bastante brillante a la vista, con buena lágrima que recorre la copa suavemente.
Comienza su sinfonía olorosa con golpe aromático que no deja indiferente. Fruta madura de hueso, melocotón, pera... Suaves Cítricos. Es un vino mineral y complejo, tiene muchos matices. Al agitar se acrecentan más aún si cabe todos estos elementos, es muy aromático y perfumado. Engancha.
En boca te noquea. Sigue teniendo ese carácter mineral, finos cítricos y sabrosa madura de hueso. Te evoca a las flores de jazmín. Tiene una acidez realmente excelente (bien acentuada), es largo, graso, untuoso, sabroso, fresco.... Se nos acaban los adjetivos para definir este placentero nivel.
Una elaboración aterciopelada y muy muy equilibrada, que dejaría perplejos a tus invitados ante tantas virtudes que atesora y que en Barrica Llena ha calado muy hondo, llevándose una merecidísima nota de 90BLL.
Barrica Llena
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