Probablemente sean “las ruedas” uno de los inventos más importantes de la historia. Prácticamente cualquier máquina construida desde el comienzo de la revolución industrial posee en mayor o menor medida la presencia de las ruedas, por lo que es difícil imaginar un sistema mecanizado sin la presencia de la rueda o un componente simétrico moviéndose de forma circular alrededor de un eje.
Pero lógicamente no nos hemos reunido aquí para hablar de este tipo de “Ruedas”. Efectivamente nos vamos a centrar en la archifamosa Denominación de Origen Rueda, ampliamente vapuleada y denostada hasta límites insospechados, por culpa en su mayoría por la multitud de elaboraciones de escasa calidad con unos precios realmente bajos. Es posible comprar una botella de Rueda por más o menos lo que te cuesta una bolsa de pipas.
Gracias a elaboradores como la gente de Bodegas Ordóñez www.jorgeordonez.es, siguen existiendo referencias interesantes dentro de la susodicha D.O. Recordemos que el Grupo Ordónez posee una amplia red de elaboraciones repartidas por toda la geografía, con una más que notable calidad, damos fé de ello.
Pero lógicamente no nos hemos reunido aquí para hablar de este tipo de “Ruedas”. Efectivamente nos vamos a centrar en la archifamosa Denominación de Origen Rueda, ampliamente vapuleada y denostada hasta límites insospechados, por culpa en su mayoría por la multitud de elaboraciones de escasa calidad con unos precios realmente bajos. Es posible comprar una botella de Rueda por más o menos lo que te cuesta una bolsa de pipas.
Gracias a elaboradores como la gente de Bodegas Ordóñez www.jorgeordonez.es, siguen existiendo referencias interesantes dentro de la susodicha D.O. Recordemos que el Grupo Ordónez posee una amplia red de elaboraciones repartidas por toda la geografía, con una más que notable calidad, damos fé de ello.
En esta ocasión hemos tenido el placer de degustar este Nisia 2013, un vino blanco bajo la D.O. Rueda, elaborado en su totalidad con uva Verdejo procedente de viñas con una media de 50 años. El 90% de este vino pasa por una fermentación en depósitos de acero inoxidable a temperatura baja. Posteriormente pasa por una crianza sobre lías durante 4 meses. El 10% restante del vino fermenta en barricas de roble francés también junto a sus lías.
Se esconde bajo una etiqueta realmente bonita, inspirada en unas ruinas romanas próximas a la bodega.
Al descorchar empezamos a atisbar que nos encontramos ante un Rueda de los de verdad, de los realmente atrayentes. El color es amarillo pajizo, limpio y brillante, con una suculente lágrima que se pasea por las paredes de la copa.
En nariz es muy completo, fruta blanca de hueso madura, hierba recién cortada, toques florales y notas cítricas que hacen que su conjunto sea un regalo para nuestro sentido nasal.
Es en boca dónde finalmente nos enamora, un vino muy completo y lleno de matices, mucha fruta fresca, la hierba de nariz aquí se acrecenta, sútiles notas minerales con una acidez que podríamos considerar que se presenta perfecta. Largo, sabroso y profundo... nos ha encantado.
Desde aquí rompemos una lanza a favor de las elaboraciones de calidad de la D.O. Rueda e invitamos al lector a no dejarse llevar por la cantidad de referencias tiradas de precio que se pueden encontrar en cualquier lineal de supermercado y por un poco más, apostar por referencias que realmente merezcan la pena. Con todo y con eso, hemos decidido que merecidamente su puntación es 88BLL.
Barrica Llena
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