miércoles, 21 de septiembre de 2016

EPITAFIO 2011

La paciencia no solo es la madre de la ciencia sino también la madre del disfrute de los buenos vinos. Más de año y medio de paciencia hemos tenido para conservar en nuestra bodega en las condiciones más óptimas este EPITAFIO 2011 que intuíamos tendría una muy buena guarda y grandísima evolución en botella, como así ha sido.





Espectacular elaboración, multitud de premios lo avalan (tales como el Bacchus de Plata 2014, medalla de oro en el Concurso Internacional de Bruselas 2014 y por qué no decirlo, Top 10 de Barrica Llena ;-) ), de la bodega Legado de Orniz en la D. O. Toro (de las D. O. que nos gusta) de la que pudimos disfrutar enormemente del hermano menor del vino que nos atañe, Triens 2012. Del que tenemos que decir que no se hizo una cata muy oportuna ya que en ese momento consideramos que le hacía falta algo de reposo en la bodega y, que seguramente, si lo catáramos hoy el vino sería redondo y espectacular.

Este EPITAFIO 2011 está elaborado con frutos de la variedad tinta de Toro procedentes de cepas centenarias que tras su vendimia en septiembre de 2011 realizaron fermentación maloláctica en barrica y una posterior crianza de 12 meses en roble francés que le han sentado de maravilla.

Nos gustan los vinos de Toro por su personalidad y potencia y ambas cosas están presente en EPITAFIO 2011. Es un vino que se ofrece franco, mostrando lo que tiene desde el principio de forma clara y contundente.

Al verterlo en la copa empieza el espectáculo, con un color picota madura que tiñe toda la copa y que nos enamora nada más verlo.
Ribete granate muy evolucionado, lo que demuestra su madurez. Vino limpio, muy brillante con lágrima muy densa y muy tintada. Todo un corazón negro. Una visual espectacular.

En nariz es un vino complejo y con mucha personalidad pero se muestran claramente frutas (ciruelas, picotas) muy maduras, en compota y algo licorosas. Todo ello envuelto de aromas de madera (serrín, barnices, maderas nobles en definitiva). Nos pareció una nariz compleja con muchos matices.

Ya en la boca, su entrada es potente, contundente ¡aquí estoy yo! pero con control (como decía aquel eslogan, la potencia sin control no tiene sentido). Ese control lo pone la redondez de los taninos que están muy muy domados.
Largo, persistente, exquisito.
Larga vida a este EPITAFIO 2011.

Desde luego en nuestro epitafio queremos que haya una botella de éstas, ya que consideramos a este vino como uno de los grandes en Barrica Llena y le otorgamos 91 BLL.

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