domingo, 27 de noviembre de 2016

XESTAL 2009

Otro vino de El Bierzo y... DIANA!!
Es impresionante esta región, vino que probamos, vino que nos enamora. Y ya sabéis que no es casualidad sino buen hacer, artesanía, terruño, mino y baja producción (el póquer de ases para hacer un gran vino). Hemos de decir, que solo un vino de la D. O. Bierzo no nos gustó, pero nada, y eso que consumimos una caja entera, pero sería que éramos más jóvenes, más inexpertos o que no era el día. Tenemos pendiente una segunda oportunidad a ese vino ;-).

Este XESTAL 2009 es fruto de Bodegas  y viñedos Gancedo, pequeña elaboradora que se ubica en Quilós, perteneciente al municipio de Cacabelos (León), y de la ya tuvimos ocasión de hablaros cuando probamos su impresionante blanco Capricho Val de Paxarinas 2015, y vaya por delante nos ha gustado aun más que su primo de godello y doña blanca. Casi ná.


Tinto elaborado con frutos de la variedad Mencía al 100% (variedad fetiche de la D. O. Bierzo) de cepas vejas de más de 60 años del que solo se han producido 28.800 botellas con una crianza de 12 meses en barricas de roble francés. ¡¡Y eso se nota!!
Bueno... Al grano, aunque no creo que con mis palabras logre expresar todo lo que el vino nos transmitió y lo que nos hizo sentir.

Color picota muy madura, capa muy alta con lágrima fina y tintada, ribete agranatado (lo que denota ya su buena crianza en madera). Tiene un color impresionante y muy concentrado. ¡Nos encanta!

En nariz, es un festival sensorial. Hay de todo, destaca en primer lugar la fruta negra muy madura (en compota), ciruelas, arándanos, toques tostados, suaves balsámicos y esa mineralidad que tanto caracteriza a los vinos de El Bierzo y que nos pone tanto. En definitiva, la esencia de El Bierzo embotellada. Todo esto lo va ofreciendo poco a poco, despacio según pasa el tiempo y se airea. Diríamos que es un vino de comida larga y sobremesa (no es un vino ligero de tapeo, en absoluto ya que hay que saber leerlo y dejarle que se exprese él solito, que por cierto, lo hace muy bien), lo abres con un primer plato y lo acabas en el postre y veréis como va cambiando y mejorando cada minuto que pasa.

En boca la fiesta no decae, ¡todo lo contrario! Vino de entrada potente, carnoso, envolvente, agradable, de buen cuerpo y de taninos dulzones donde la fruta madura sigue predominando, pero sin esconder frescura.
Vino largo con postgusto muy balsámico. 
Sinceramente, no se puede decir nada mejor de un vino, lo tiene todo y nada malo.


Así que como ya habréis podido intuir este vino nos ha encantado, nos está sorprendiendo la bodega y nos está enloqueciendo la D. O. Bierzo. ¡Chapó!
Por lo tanto, no tenemos más remedio que otorgarle 91 BLL, toda una notaza para todo un vinazo.


Barrica Llena






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