domingo, 1 de junio de 2025

PRADOREY ORIGEN 2023: LA RIBERA CON ZAPATILLAS

Sabéis de lo que hablamos. Ese lineal que parece el catálogo de una aerolínea: 47 vinos distintos, etiquetas que gritan cosas, precios que no sabes si son ganga o trampa… (siempre trampa) y tú, con el carrito, dudando entre la botella “reserva de autor edición limitada” y la que tiene un ciervo dibujado.

Pues el otro día, entre todo ese caos, apareció este PradoRey Origen 2023, elaborado por Bodegas PradoRey (95% Tempranillo, 3% Cabernet Sauvignon, 2% Merlot). Lo reconocimos por el nombre —ya habíamos probado cosas suyas que no estaban nada mal— y por ese diseño sobrio que no intenta ligarte con brillos ni dorados. Y lo mejor: no pasaba de los 7 euros.

Lo abrimos sin grandes expectativas, y oye… qué alegría.



Es un tinto joven de la D.O.Ribera del Duero, pero sin esa intensidad que a veces te deja seco. Aquí hay fruta, frescura y ganas de pasarlo bien. Color cereza brillante, de esos que dan gusto mirar. En nariz, mucha frambuesa, algo de mora y un fondo especiado suave, como si alguien hubiese pasado con un molinillo de pimienta a lo lejos.

En boca, entra fácil. Muy fácil. Tiene buen cuerpo, pero no pesa. Tanino amable, acidez que refresca, y un final que no se enrolla, pero te deja buen recuerdo. Algo de paso por madera (un mes en tinajas de barro centenarias y dos meses en barricas de roble americano y europeo), pero sin disfraz. Aquí la protagonista es la fruta, y se agradece.




Lo mejor de todo es que cumple lo que promete: un vino que puedes pillar en el súper sin hacerte el experto, que no decepciona y que encaja en casi cualquier plan. Tapas, pasta, carne a la plancha, pizza… Lo pones en la mesa y nadie te pregunta cuánto costó. Solo si queda otra copa.

Así que si te cruzas con este PradoRey Origen 2023 entre los lineales del supermercado, dale una oportunidad. Es de esos vinos que parecen decir: “eh, estoy aquí, no soy el más caro ni el más guapo, pero si me llevas, te lo pasas bien”.

Y como cumple, se lleva ni más ni menos que 79 BLL.


Barrica Llena

martes, 27 de mayo de 2025

PETIT DE LA CASA DE MONROY: EL VINITO MADRILEÑO QUE TE PUEDE ENAMORAR SIN QUERER

Que sí, que Madrid es más que bares, bocatas y cañas rápidas. También tiene viñedos y vinos con mucha personalidad. Y uno de ellos es el Petit de La Casa de Monroy, un tinto joven que entra fácil y que, sin hacer ruido, se hace un hueco en tu copa y en tu corazón.

Este vino viene de las tierras madrileñas, esas que a veces pasamos por alto pero que tienen una magia especial. Petit no es un vino que quiera aparentar ser el más grande o el más complejo del mundo, más bien es ese amigo sencillo y auténtico con el que te apetece pasar un buen rato. En su interior un coupage de Tempranillo, Syrah y Garnacha cultivadas en Villamanta bajo el amparo de la D.O. Vinos de Madrid.


En la copa brilla con un rojo cereza que te invita a darle un buen trago. Al acercarlo, notas aromas de frutas rojas, como la fresa o la cereza, fresquito y con un puntito herbal que lo hace más interesante. Nada pretencioso, pero sí con gracia.

Cuando lo pruebas, se desliza suave, con taninos suaves que no molestan y una acidez que refresca sin ser agresiva. En definitiva, un vinito que pide más y más, ideal para esos momentos casuales: una cena informal, tapas con colegas o simplemente para desconectar.



Si buscas un vino madrileño fácil de beber, sin complicaciones, y con buena calidad, el Petit de La Casa de Monroy es una apuesta segura. No hace falta ser un experto para disfrutarlo, solo tener ganas de pasarlo bien.

Así que ya sabes, la próxima vez que quieras algo rico, fresco y que no te dé dolor de cabeza, este vino puede ser tu compañero perfecto.

Con todo esto le otorgamos unos más que merecidos 80 puntos BLL.


Barrica Llena

lunes, 26 de mayo de 2025

992 FINCA RÍO NEGRO 2022: El vino que no sabías que necesitabas (hasta que lo pruebas)

Vamos a ser sinceros: cuando ves “Finca Río Negro 992”, lo primero que piensas es que es el número de un tren o una versión nueva del Windows.

Pero no, amigo del vino: 992 es la altitud (en metros) a la que se cultivan las uvas de este tinto. Y como todo lo que viene de las alturas, tiene un rollo especial. 🏔️

Desde Cogolludo en Guadalajara (sí, existe y es precioso), Finca Río Negro nos trae este vino que no pretende ser el típico intensito de Instagram que huele a cuero, tabaco y sufrimiento. Este es más bien ese amigo que cae bien a todo el mundo: elegante sin ser pedante, sabroso sin pasarse de listo. Elaborado utilizando para ello un coupage de Tempranillo 85%, syrah 10%, merlot 5%.

En nariz (o sea, cuando lo hueles, no cuando lo derramas encima), te lanza un combo de fruta roja madura y flores violetas que te hace pensar: “¿Y si en vez de terapia me abro otra botella?”.

Luego vienen unos toquecitos de madera (7 meses) que están ahí, educadamente, sin robar protagonismo. Como ese invitado que trae buen vino a la cena y no habla de criptomonedas.





En boca… oye, entra fácil, con frescura, con buen rollo. Tiene cuerpo, pero no se te sube al sofá a dar lecciones. Va contigo a una pizza, a un solomillo, o a una conversación en la terraza sobre lo mal que aparcan los vecinos. Termina bien, sin dramas. Persistente, pero no insistente. Como un buen match de Tinder.


Valoración BLL: 92 puntos

Porque lo merece. Porque te lo bebes y sonríes. Porque a veces, entre tanto vino con nombre impronunciable, apetece uno que simplemente esté cojonudo.


Barrica Llena

VUELTA A LAS ANDADAS

 ¡Hemos vuelto!


Sí, lo sabemos... han pasado más añadas que botellas en nuestra bodega (y eso es decir mucho). Pero como los buenos vinos, hemos estado madurando… o al menos, fermentando ideas. 😅




Después de un largo descanso (que algunos llaman “crianza en barrica”) volvemos a descorchar este blog con más ganas que nunca.

Seguimos siendo dos, seguimos amando el vino, y seguimos sin tomarnos demasiado en serio.

Aquí no encontrarás catas con palabras raras ni análisis que parezcan exámenes de sumiller… pero sí pasión, humor y muchas ganas de compartir lo que bebemos, descubrimos y disfrutamos.

Así que abrid una botella, servíos una copa generosa, y acompañadnos en esta nueva etapa. ¡Salud!


                                                                                      Barrica Llena