domingo, 15 de febrero de 2015

Emilio Moro 2011

Este no es uno de esos vinos que se descubren por casualidad, no. Si en algún momento te adentras en el mundo de la enología, el destino, tarde o temprano de llevará hasta él, ya que es un clásico de altísima calidad.
Aun recuerdo como hace más de 16 años, cuando empezabamos a coquetear con el mundo del vino, que estando en Peñafiel (Valladolid) con un antiguo gran amigo nos ofrecerieron en un bar de degustación "¿queréis probar un bueno vino de ribera?", ante tan tentadora propuesta la respuesta, obviamente, fue sí. El camarero sacó cuatro de sus mejores copas (finas, limpias, amplias, impecables) y nos presentó a Emilio Moro crianza (no recuerdo la añada, por aquel entonces ni sabíamos que aquello pudiera ser tan importante, pero sería de 1995) y, guau, el vino sabía a lo que realmente sabe, a gloria bendita. El disgusto vino después con la clavada por las cuatro copas, pero eso es tema para otro debate.
Y desde aquel entonces, Emilio no se ha borrado de nuestra memoria ni falta en nuestra bodega.


Dejando la nostalgia a un lado, no queremos parecer un abuelo cebolletas, en el mundo del vino, como en el del cine, hay que tener, y nosotros tenemos, mucho respeto por los clásicos, bodegas centenarias que saben como nadie elaborar y tratar el vino, y por supuetso, Emilio Moro es una de ellas.

Es un vino monovarietal de tempranillo, de color picota, limpio y vivo, capa media-alta y ribete granate que denota ya sus 12 meses de crianza en barrica de roble francés y americano.

Al agitar la copa, ésta se llena de aromas frutales, sí es un vino muy frutoso, lo cual es muy agradable al olfato. Según el vino se oxigena, van apareciendo aromas secundarios y terciarios, como torrefactos y chocolate.

En boca, un espectáculo, aterciopelado, suave, fresco, con predominio de la fruta y donde la madera está muy bien ensamblada con taninos muy muy suaves y domados.

Sinceramente, pensamos que es un vino que nadie debería permitirse el lujo de no probar. Por todo lo comentado anteriormente, y teniendo en cuenta que Mr. Parker le otorgó 92 puntos, creemos justo que se merece 93 BLL. ¡No íbamos a ser nosotros más exquisitos que Parker! ;-)


Barrica Llena

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