Sí amigos, esta pasada Navidad nos sucedió algo similar, una elección de vino con demasiadas expectativas en circunstancias nada favorables para valorarlo como bien se merecería. En aquella cena navideña optamos por un Huno Crianza 2008 de la D.O. Ribera del Guadiana compuesto por un coupage muy especial de Tempranillo 25% - Cabernet Sauvignon 55% - 10% Merlot - 10% Garnacha Tintorera, elaborado por la Bodega Pago de los Balancines sita en Oliva de Mérida (Badajoz).
Un vino complejo con quizás, demasiada variedad de matices. “Es muy fuerte” fue el resumen general de tan nuestra apreciada familia. El duro veredicto cayó sobre el Huno cuál mazo del implacable juez golpea sobre la mesa. No hubo más por su parte...
Dónde nosotros detectamos una capa alta y bien cubierta, notas de lácteos, de tostados, de fruta confitada muy madura, tabaco, torrefactos, especias y balsámicos, ellos simplemente dictaminaron que era un vino demasiado fuerte y áspero para sus paladares sin darle la oportunidad de mostrar todo ese abanico de posibilidades que ofrecía...
En general, la familia siempre busca encontrarse un Ribera del Duero o Rioja en una botella, independientemente de su Denominación de Origen.
Aprovechamos la oportunidad a todo el que esté leyendo estas líneas y que tenga cierto interés de escudriñar un vino un poco más allá del “me gusta/no me gusta - está rico/no está rico - es fuerte/suave) en aconsejarle que no experimente con vinos demasiado complejos en ciertas ocasiones (sobre todo familiares) y vaya a tiro hecho, eligiendo referencias que ya se conozcan y que carezcan de aristas, para que todo el grupo se sienta a gusto con lo qué está tomando.
Concluyendo, nosotros siempre buscamos la personalidad de cada terroir y las aristas propias de la Denominación de dónde provenga así como de su composición y elaboración, y en ningún caso que cualquier botella descorchada se parezca a un “Riberita o Riojita suavecito”, palabras que odiamos profundamente.
Definitivamente, y valorando los puntos expuestos, consideramos que este Huno 2008 es un vino nada fácil de interpretar con la familia pero qué es meritorio de 80BLL.
Dónde nosotros detectamos una capa alta y bien cubierta, notas de lácteos, de tostados, de fruta confitada muy madura, tabaco, torrefactos, especias y balsámicos, ellos simplemente dictaminaron que era un vino demasiado fuerte y áspero para sus paladares sin darle la oportunidad de mostrar todo ese abanico de posibilidades que ofrecía...
En general, la familia siempre busca encontrarse un Ribera del Duero o Rioja en una botella, independientemente de su Denominación de Origen.
Aprovechamos la oportunidad a todo el que esté leyendo estas líneas y que tenga cierto interés de escudriñar un vino un poco más allá del “me gusta/no me gusta - está rico/no está rico - es fuerte/suave) en aconsejarle que no experimente con vinos demasiado complejos en ciertas ocasiones (sobre todo familiares) y vaya a tiro hecho, eligiendo referencias que ya se conozcan y que carezcan de aristas, para que todo el grupo se sienta a gusto con lo qué está tomando.
Concluyendo, nosotros siempre buscamos la personalidad de cada terroir y las aristas propias de la Denominación de dónde provenga así como de su composición y elaboración, y en ningún caso que cualquier botella descorchada se parezca a un “Riberita o Riojita suavecito”, palabras que odiamos profundamente.
Definitivamente, y valorando los puntos expuestos, consideramos que este Huno 2008 es un vino nada fácil de interpretar con la familia pero qué es meritorio de 80BLL.
Barrica Llena
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