dÓrio Colección Privada 2011

Como ya ha quedado de manifiesto en nuestro blog... Nos tira la tierra. Esta es la tercera entrada de la D. O. vinos de Madrid y la segunda para Bodegas Andrés Díaz (http://www.bodegasennavalcarnero.es) con su proyecto, que tan buenos resultados está dando, dÓrio.

En palabras de los responsables de la bodega, dÓrio Colección privada 2011 es el resultado del tiempo y la paciencia, los ensayos y errores y por fin el acierto. Un vino que ha visto como su paso por madera  lo ha redondeado y afinado. El roble americano le ha aportado las notas tostadas, la elegancia de sus taninos y le ha permitido mantener su sabor afrutado. El lento envejecimiento que sufre el vino debido a la madera compacta de estas barricas que limita la oxigenación favorece su complejidad.

Es un vino de crianza que ha pasado 12 meses en barricas de roble americano y elaborado con frutos de las variedades tempranillo y cabernet sauvignon de forma muy elegante y compleja, no en vano como se puede observar en su etiqueta ha sido galardonado con el Bacchus de plata 2014, casi ná ;-).

En la copa presenta un color picota madura muy oscura, con capa muy alta, diríamos que es un corazón negro y ribete granate que acredita su paso por madera. Buena lágrima y cierta turbidez.

En nariz, se muestra en primera estancia algo cerrado y poco a poco empieza a dar aromas ajerezados (que nos pusieron algo nerviosos) pero según el oxígeno hace que ese corazón negro se exprese se transforman en frutas muy maduras licorosas en sazón, también detectamos pimienta blanca y especias. Uff, aromáticamente es un vino difícil y complejo que va expresando muchos matices muy lentamente, lo cual le hace apropiado, y en ello coincidimos con María (responsable de la bodega), para una velada tranquila y sosegada. De igual modo que el dÓrio garnacha cepas viejas 2013 (ya comentado en este blog, y aun nos quedan dos monovarietales por comentar: dÓrio tempranillo y dÓrio cabernet sauvignon) es un vino más dinámico para tapear con amigos en una cena rápida e informal, éste es un vino que precisa de toda nuestra atención y sentidos.

Ya en boca, el vino gana muchos enteros. Presenta taninos domados y dulzones lo que le hace muy apetecible. Entrada, por tanto, golosa. Notas de regaliz negro (que nos encantan). Vino persistente, redondo y con retronasal especiado.

En definitiva, y con el beneplácito de María, lo definiríamos como un vino diésel. Es decir, un comienzo lento, le cuesta abrirse, pero una vez que alcanza la velocidad de crucero y expresa todo lo que tiene, es un vino total, redondo y muy apetecible. Enhorabuena!!

 

Es por ello que creemos justo otorgar a este Colección Privada... Nada más y nada menos que 81 BLL.

Barrica Llena